Nepal se está convirtiendo en un mejor lugar y estoy trabajando con entusiasmo para conseguirlo.
Durante la mayor parte de mi vida, he culpado al gobierno de cómo es la vida en mi país natal, Nepal. Después de estudiar en Noruega en 2013, empecé a culpar a los políticos más que nunca, porque sentía que Nepal estaría tan desarrollado como Europa si nuestros políticos no fueran egoístas. Me llené de odio hacia las instituciones de Nepal después de ver la calidad de vida de los países desarrollados. Sin embargo, no fue hasta mucho después que me di cuenta de que yo también era parte del problema.
En 2017, viajé a la India para asistir al Programa Caux Scholars en Asia Plateau, el centro de capacitación y conferencias de IdeC India. En 2017, viajé a la India para asistir al Programa de Becarios de Caux en Asia Plateau, el centro de capacitación y conferencias de IdeC India. Un día durante el programa de 3 semanas, un facilitador nos hizo dos preguntas. La primera pregunta fue: "Si todo el mundo en tu país fuera como tú, ¿qué tipo de país sería?", y la segunda pregunta fue: "¿Te gustaría vivir en ese país?".
La respuesta que rápidamente vino a mi mente fue: "Me preocupa Nepal. He estudiado construcción de la paz y estudios internacionales, y sé cómo es el mundo y cómo funciona. Hablaré de los jóvenes desempleados y alcohólicos que además se drogan habitualmente. Soy consciente de la cantidad de corrupción que hay en mi país; necesitamos gente como yo en el país..." Mis pensamientos se interrumpieron entonces cuando el facilitador empezó a dar instrucciones.
Nos pidió que guardáramos 30 minutos de silencio y que reflexionáramos sobre estas cuestiones a la luz de los valores de la pureza, la honestidad, el desinterés y el amor, instándonos a que escribiéramos cualquier pensamiento que surgiera durante nuestro tiempo de reflexión. La sala se quedó en silencio. En ese tiempo de silencio, descubrí una nueva forma de ver mi vida. Fue entonces cuando me di cuenta de que yo no era un reflejo del país que quería, y que no me gustaría vivir en ese país, en absoluto.
Después de ese día, empecé a evaluar mi vida en función de esos cuatro valores. Al principio, no fue fácil porque lo que veía de repente no era lo que quería ver. No tardé en descubrir que no soy la persona que pretendo ser. Algo en mi interior me decía que sólo la verdad, si la reconozco, puede liberarme. No tuve más remedio que enfrentarme a mi verdadero yo.
Me di cuenta de que era una persona muy egoísta. Siempre culpé a los políticos de la corrupción, pero soy un ladrón en mi propia casa. Recuerdo que una vez robé dinero a mi hermana y nunca se lo dije. Después de reflexionar, supe que debía pedir perdón a mi hermana. No fue fácil; tardé una semana más en enviarle un mensaje. Mientras esperaba una respuesta, ella me llamó y me dijo: 'Hermano, ya te he perdonado. Sabía que habías hecho eso, pero no quería pelear porque valoraba más nuestra relación que ese dinero'. Me di cuenta de que era una persona terrible, pero me sentí más ligero por dentro. Fue esta experiencia la que me dio el valor para corregir varias cosas en mi vida.
Comencé a dedicar un tiempo de silencio diario para reflexionar sobre los aspectos en los que había fallado en mi vida. Encontré muchas cosas que debía corregir, y por eso traté de arreglarlas.
- Escondí los impuestos del gobierno para ahorrar dinero para organizar conferencias sobre ética. Más tarde, cuando me di cuenta de que estaba equivocado, pagué el dinero a la Agencia Tributaria. Al hacerlo, empecé a ser yo mismo parte de la solución.
- Tenía una gran dependencia del alcohol y hacía daño a la gente sin motivo cuando estaba borracho; esto estropeó mi relación con mi novia y provocó tensiones con mis amigos y mi familia. Por primera vez, empecé a pensar seriamente en mi dependencia del alcohol y en toda la negatividad con la que estaba lidiando.
- Solía ver pornografía mientras criticaba a los jóvenes por hacer lo mismo. Yo no hacía nada diferente a ellos, así que era parte del problema. Quería cambiar desesperadamente. Empecé a escribir a las personas que criticaba e inicié con ellas conversaciones sanas.
Después del Programa de Caux Scholars, planeé ir a Goa donde el alcohol era barato, pero el programa me introdujo en un mayor sentido de responsabilidad individual hacia el mundo. Durante el 50º Aniversario de Asia Plateau, tuve la suerte de poder interactuar con ancianos de IdeC de todo el mundo que me inspiraron a un nuevo nivel. Con esa experiencia decidí que si voy a provocar un cambio en el mundo, tengo que empezar por mí mismo. Después de pasar un día en una autorevisión radical, finalmente cancelé mi viaje a Goa y me uní al Equipo de Proyección de IdeC para dar un año de servicio voluntario. Estoy en mi tercer año de participación y hemos llegado a miles de personas de diversas culturas a lo largo de la India y Nepal, donde he compartido mis luchas para convertirme en una mejor persona.
La experiencia de haber compartido tiempo con personas de diferentes nacionalidades, culturas y credos ha enriquecido mi perspectiva y ha aumentado mi curiosidad por conocer y amar a las personas que son diferentes a mí. El mundo sería un lugar aburrido si no fuera tan diverso. También desarrollé un interés por reconocer el valor del individuo y sus luchas. A lo largo de todo este proceso, desarrollé una mejor comprensión de la cultura para el cambio social. Hay mucha gente en este camino y siempre hay espacio para desarrollar el compañerismo con toda la comunidad de agentes de cambio.
Ahora puedo decir que las experiencias que he mencionado me han proporcionado tres ideas rectoras: el cambio individual es poderoso, el cuidado del cambio en el individuo es esencial y la dedicación al cuidado de los demás es un honor. Así que si alguien me preguntara ahora esas dos mismas preguntas, "si todo el mundo en mi país es como tú, ¿qué tipo de país sería y quieres vivir allí?", ¿cuál sería mi respuesta?
Mi respuesta es que Nepal se está convirtiendo en un mejor lugar y estoy trabajando con entusiasmo para conseguirlo.
Keshab Dahal
Antes de dedicar su tiempo al servicio voluntario con IdeC India, Keshab Dahal fue director de país de la Fundación Detroit2Nepal y trabajó con el Instituto de Investigación de la Paz de Oslo PRIO. Ha estudiado y trabajado en el campo de la construcción de la paz en seis países y tiene una Maestría en Filosofía en Paz y Transformación de Conflictos. En la actualidad, forma parte del equipo de proyección de IdeC India, que viaja a lo largo de la India y Nepal llegando a individuos y comunidades. Facilita la formación sobre Ética en la Gobernanza Pública y ha servido como coordinador de Iniciando el Cambio desde dentro hacia afuera, una formación de ocho semanas para jóvenes adultos. Actualmente también es miembro de la junta directiva de IdeC Nepal.
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